No obstante, no me siento viejo, no siento que haya llegado a la cima y empiece el descenso sino que aún falta camino, sigue sin verse la cresta. Aún me queda mucho por demostrar, personal y profesionalmente. Aún me falta trabajar en encaminar a mis hijos por el camino correcto. Aún estoy disfrutando a plenitud mi luna de miel.
Mi bucket list sigue en proceso: me falta tirarme en paracaídas, visitar Europa, viajar en un crucero, correr un maratón, componer un disco, hacer un road trip, etc... He plantado un árbol, tenido un hijo, pero aún tengo pendiente escribir mi libro. Hay proyectos en curso (Sólo letra y música, Lights camera action). Muchas de estas cosas deben y pueden hacerse en el transcurso de los próximos 5 años y entonces si, hablamos de la mitad del camino, antes no.
No con esto quiero decir que me quiero ir a los 80, eso no lo decidiré yo, aunque si me toca hacer mi parte por marcar la diferencia. Como en todas las cosas que suceden, Dios siempre tendrá la última palabra. Vendrán nuevos proyectos (un par de bodas?), nuevas aventuras (como una quinceañera, los nietos?) y de aquí a entonces seguiremos con la cuesta arriba.
Dios me permita seguir adelante y que no me desvíe del camino.
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Javo
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